Breve Historia de la Corrupción en Magangué

 


Magangué, ubicado estratégicamente en el bajo Magdalena, ha sido históricamente un polo de comercio fluvial y un enclave clave para conectar la Costa Caribe con el interior del país. Sin embargo, su posición geográfica también lo convirtió en un escenario fértil para prácticas corruptas, arraigadas en la relación entre élites políticas, contratistas y actores armados. La dependencia de recursos públicos para infraestructura y servicios básicos, sumada a la debilidad institucional, facilitó la consolidación de redes clientelistas.

 

Raíces históricas de la corrupción

Durante la colonia, Magangué fue un centro de explotación de recursos (cuero, pesca), donde autoridades locales y comerciantes establecieron prácticas extractivas que marginaron a las comunidades indígenas y afrodescendientes.

En el siglo XIX, con la navegación a vapor, el puerto se convirtió en un botín para políticos regionales que controlaban contratos de transporte y aduanas.

Siglo XX: Clientelismo y poder político:

Familias políticas tradicionales de Bolívar, como los Name Herrera o los Trucco, extendieron su influencia en Magangué mediante alianzas con contratistas y el control de votos a cambio de obras públicas inconclusas o sobrevaloradas.

En los años 80-90, con el auge del narcotráfico en la región, se infiltraron dineros ilícitos en campañas políticas, mientras la violencia de grupos paramilitares (como las AUC) silenció o cooptó líderes sociales.

Siglo XXI: Corrupción sistémica:

La descentralización administrativa (Ley 715 de 2001) transfirió recursos a municipios, pero en Magangué estos fondos frecuentemente se desviaron. Por ejemplo, en 2016, la Contraloría detectó sobrecostos en el contrato del acueducto regional (proyecto de $30.000 millones), que nunca solucionó el acceso al agua potable.

Escándalos en salud: En 2019, el hospital local colapsó por malversación de recursos, dejando a miles sin atención. La EPS Saludcoop (en liquidación) había desviado fondos destinados a medicamentos.

 

Casos emblemáticos de corrupción

El "Carrusel de la Educación": En 2020, la Fiscalía investigó a funcionarios de la Secretaría de Educación por desviar $12.000 millones destinados a alimentación escolar y construcción de aulas. Niños de zonas rurales recibían raciones reducidas o inservibles.

Puerto Magangué: Proyecto multimillonario para modernizar el puerto fluvial (2012-2018), financiado con regalías, quedó en abandono. Contratistas vinculados a exalcaldes desaparecieron con los recursos.

Inundaciones y desvíos: Durante las emergencias por crecientes del Magdalena (ej. 2010-2011), recursos para damnificados fueron asignados a "cooperativas fantasmas" ligadas a concejales.

 

Impactos socioeconómicos

Infraestructura colapsada: Calles inundadas, alcantarillado insuficiente y escuelas en ruinas reflejan décadas de desvíos. El 60% de la población rural carece de agua potable.

Pobreza y desigualdad: A pesar de su potencial agrícola y pesquero, el 45% de los magangueleños vive en pobreza (DANE, 2023). La corrupción ahuyentó inversiones privadas.

Desconfianza ciudadana: Según encuestas locales, el 80% de los habitantes cree que "todos los políticos roban". Esto ha debilitado la participación electoral y el tejido social.

 

Factores que perpetúan la corrupción

Clientelismo político: Las elecciones se ganan con promesas de empleos temporales, mercados, o pavimentaciones sin control, no con programas de gobierno.

Narcotráfico y economías ilegales: Rutas del Magdalena son usadas para tráfico de drogas, y algunos líderes locales han sido vinculados a lavado de activos.

Debilidad institucional: Contralorías y Personerías carecen de recursos para auditar megaproyectos, y jueces enfrentan amenazas.

 

Resistencias y avances recientes

Acciones judiciales: En 2022, la Fiscalía capturó a un exalcalde y tres contratistas por el desfalco al acueducto. Aunque son casos aislados, marcan un precedente.

Movimientos sociales: Colectivos como Magangué Despierta denuncian irregularidades en redes sociales, evitando la censura de medios tradicionales cooptados.

Medios independientes: Portales como El Meridiano de Sucre han destapado escándalos, aunque sus periodistas reciben amenazas.

 

Magangué es un microcosmos de los males que aquejan a la región Caribe: corrupción estructural, abandono estatal y resiliencia comunitaria. Mientras las élites siguen viendo el erario público como un botín, miles de jóvenes emigran a Cartagena o Medellín en busca de oportunidades. La esperanza está en líderes honestos, una ciudadanía más organizada y una justicia que trascienda la impunidad histórica.